lunes, 12 de septiembre de 2011

Uruguay, tierra de poetas

por: Saúl Ibargoyen

Hemos leído con interés el articulo de Enrique Héctor González ("Jornada semanal", 24.07.11) dedicado a los tres poetas de lengua francesa nacidos en Montevideo en el siglo XIX: Isidore Ducasse (y su heterónimo: Conde de Lautréamont, afectado por el bilinguismo), Jules Laforgue y Jules Supervielle, que el reseñista denomina "urugalos"; tal vez por analogía con "urumex", o sea, los uruguayos exiliados en el receptivo México de los años 70 y 80, a causa de las dictaduras en el Cono Sur.
   El inicio de la nota puede resultar algo agresivo: "Uruguay no es tierra de poetas, por más que la obra de Julio Herrera y Reissig haya consolidado las virtudes sensuales del modernismo poético...", y a continuación surgen dos nombres de poetas hombres (valga la rima) que sorprenden porque aparecen como los muy escasos vates que merecen ser mencionados en la líríca uruguaya del siglo XX hasta acá. Nada tengo en contra de esas menciones; se trata de autores antilíricos, de buena cultura literaria, quizás obsesionados por buscar en la axiología de la modernidad tardía (otra rima) una respuesta definitiva a preguntas o a sospechas ineluctablemente enraizadas en el discurso profundo de la Historia, enrarecido por los salvajes medios del capitalismo "postindustrial".
    Reconozco el trabajo de ambos colegas, y lo respeto en medio de obvias discrepancias, pero -y esto no es de su incumbencia- ¡ubicarlos al lado de Julio Herrera y Reissig, porque en Uruguay no hay más poetas hombres que los nombrados! Me permito citar nombres de diversas generaciones, siglo XX, omitidos por el autor de la nota:
Fernán Silva Valdés, Carlos Sabat Ercasty (que influyera en el joven Neruda), Alfredo Mario Ferreiro (atento a las vanguardias), Fernando Pereda, Alvaro Figueredo, Pedro Picatto, Líber Falco, Juan Cunha (maestro en el arte versal), Mario Bendetti (el más leído), Jorge Medinal Vidal (maestro de Eduardo Milán), Humberto Megget (un chispeante renovador fallecido al inicio de su obra), Saúl Pérez, MiltonScinca, Washinton Benavides, Salvador Puig, Juan Carlos Macedo, Ruben Yacovski, Alvaro Miranda, Carlos Brandy, Héctor Rosales, Rafael Courtoisie, Jorge Castro Vega, Ricardo Pallares, Jorge Arneleche, Jorge Meretta, Hugo Giovanetti Viola, etcétera.
    Digo poetas hombres, porque el reseñista distingue sí, y con justicia, la obra de cinco poetas mujeres, antes denominadas "poetisas" (que se parece a "petisa", o sea, chaparra). Tal vez por razones de espacio, no incluyó a Clara Silva, Selva Casal, Amanda Berenguer (la más experimental), Circe Maia, Selva Márquez, Sara de Ibáñez, Cristina Peri Rossi, Martha Canfield, Mariela Nigro, Melba Guariglia, etcétera.  
     En fin, solo faltó agregar al artículo objeto de este veloz comentario, que Uruguay no es tierra de futbolistas, lo que según parece quedó confirmado el mismo día domingo 24 de julio: Campeón de la Copa América por décimoquinta ocasión.